Correr agota.
Huir, sin ver que nos persigue,
sentir el mal y no ponerle cara.
Planto los pies sobre la tierra.
Me giro.
Levanto la vista y miro al monstruo.
No es tan fiero.
Me mira, y le miro.
Me mide y le mido.
Ni un paso atrás.
Se para y con él se para el ruido.
Vuelvo a sentirme sereno.
Puedo con él.
Lo sé...
Homenaje a Concha Lagos
Hace 5 semanas
1 comentarios:
Te he descubierto como poeta, sé que escribes muy bien, pero he estado algo alejada de tus buenas letras. Siempre es una delicia pasear por lar. Un abrazo.
P.D. Seguramente debería yo también hacerle frente.
Publicar un comentario